Mírame y dime, ¿qué ves? Esa sonrisa espontánea, desapareció, desapareció como aquel paisaje tan colorista que el pintor decidió convertir en un día nublado y triste, el de una llanura gris con un pozo de fría piedra a lo lejos. Mírame, yo soy ese pozo tan lúgubre, tan solitario, en el cual sólo se posan los cuervos, esperándote para arrancarte los ojos. Por eso, aprovecha ahora que puedes y MIRAME.
21.8.08
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1 comentario:
Otra cosa no, pero cuando estás lúgubre y desencantada se te nota. Te sobra una coma delante del primer desapareció.
besicos
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